jueves, 29 de septiembre de 2016

Vacíos imposibles de rellenar

Ojalá no tuviésemos que crecer viendo como las personas que queremos vayan desapareciendo poco a poco. Es duro ver como alguien a quien quieres, que ha sido tu punto de apoyo, el/la que hacía que todos tus males se desvanecieran, cada día esté más débil, consumiéndose poco a poco, hasta que un día, la muerte se lo/la lleve consigo. Los niños no estamos preparados para ver como un familiar o alguien importante para nosotros tenga que irse y aunque nos digan ''estará siempre en tu corazón'' siempre lo/la vas a echar de menos. Echarás de menos ir a verlo/a semana tras semana, que juegue contigo, que cante contigo, que te enseñe a dibujar...miles de cosas que hacía contigo para que tu estuvieses contento/a . Y es que joder, no estamos preparados. Es más, creo que nadie lo está.

Solo te queda una opción y es la de ir afrontándolo. Aceptar que un día esta persona se va a ir y solo te va a quedar su recuerdo.; esos momentos que ha pasado contigo los cuales te hicieron tan feliz.
Pero no solo tienes que ir aceptándolo, sino que tienes que tomar una triste decisión; Seguir visitándolo/a y ver como poco a poco se va consumiendo o dejar de verlo/a y quedarte con el último recuerdo que al menos no será tan ''malo''. Y joder, que dura decisión.

Pero mientras aún no has tomado la decisión, sigues visitándolo/a como siempre y después de verlo/a, tu mente empieza a darle vueltas a la pregunta de ; ¿Y si es la última vez que lo/la veo?

No sabéis hasta que punto me invade esta pregunta. Como hace que en medio de clase o en cualquier momento del día se me inunden los ojos de lágrimas, las noches se me hagan eternas y los nervios me coman por dentro.

Ojalá estuviésemos preparados para la muerte. Ojalá tras la muerte, tuviésemos alguna opción para ver esa persona; No solo en una estrella fugaz o en los sueños que ojalá fueran reales.